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Arquitectos: Balissat Kaçani, Jann Erhard
- Área: 10 m²
- Año: 2024
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Fotografías:Willem Pab
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Proveedores: Hansgrohe, Baxi, Devon & Devon, Forster, JUNG, Laufen, Schüco
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Junto a las vías del ferrocarril de Baden y detrás de la villa de un antiguo propietario de fábrica, la casa ocupa un terreno introvertido pero expuesto, situado entre la línea del tranvía y el jardín. A lo largo de la curva de las vías del tranvía, bordeadas por altos y viejos árboles, un camino privado se abre tangencialmente hacia una sección casi cuadrada que formaba parte del gran jardín de la villa del antiguo propietario de fábrica.
La nueva casa marca el final de este camino con su fachada principal. Por un lado, está muy cerca de las vías del tren; por el otro, una pared encierra el jardín, definiéndolo como un espacio autónomo y protegido del mundo exterior. Este jardín constituye un contrapunto conceptual a la infraestructura de transporte, y solo puede ser alcanzado y percibido a través de la casa. La vivienda parece ocupar un terreno estrecho, limitado entre las vías del tren y las paredes.
Dividiendo y conectando, la casa se sitúa entre el jardín y la infraestructura. Está construida con una pared exterior de 55 cm de grosor hecha de hormigón aislante. Esta construcción, de aspecto arcaico, es permeable a la difusión y carece de capas; es igual tanto por dentro como por fuera. Todas las paredes interiores y techos están hechos de hormigón armado de 15 cm de grosor. Las tuberías para calefacción en invierno y refrigeración en verano están integradas directamente en las losas del piso, sin estructuras adicionales. Toda la casa funciona como una masa monolítica, térmicamente activada, que ejerce un efecto regulador sobre la temperatura.
En la junta entre la casa y la pared, la pared del jardín se pliega hacia el edificio, definiendo así la entrada. El espacio interior detrás de esta pared se extiende a lo largo de toda la mitad de la casa que da hacia las vías. Detrás de la pared plegada, el espacio se abre longitudinalmente hacia el jardín. Con dimensiones de más de 10 metros de altura, casi 12 metros de longitud y poco más de 3 metros de ancho, constituye una mitad vacía. Este espacio del jardín funciona tanto estructural como espacialmente como un área interior y exterior: es parte de la casa y parte del jardín.
Este gran espacio sirve como punto de partida para dos escaleras: una ubicada en el centro y la otra en la periferia. Enroscadas como una doble hélice, abren la segunda mitad completa de la casa, donde seis habitaciones distribuidas en tres pisos dan hacia las vías del tren. Cada una de estas habitaciones cuenta con el mismo espacio de piso, una gran ventana fija orientada al norte hacia las vías y una puerta para ventilación que da hacia el lado opuesto, aislando del ruido. Las diferentes longitudes de las escaleras generan alturas variables en las habitaciones, que de otro modo serían idénticas, proporcionando así una sutil diferenciación. Las conexiones y relaciones entre ellas enriquecen estas habitaciones, que aunque cuantitativamente similares, se perciben como espacios únicos.
Las dos escaleras proporcionan acceso a dos áreas independientes y no conectadas. Desde el área de entrada, la escalera periférica conduce a dos habitaciones desplazadas medio piso. La escalera central, en cambio, atraviesa una habitación para llegar a otra ubicada en la parte superior de la casa. Aunque todas estas habitaciones están situadas una sobre otra y contiguas, se perciben como lo más separadas posible entre sí.
Debido a la entrelazación de las escaleras, ambas partes se adosan a los cuatro lados y se extienden a lo largo de los cuatro pisos. A pesar de la separación, la casa se experimenta como fragmentaria, pero siempre se percibe como un todo cohesionado. Las cualidades espaciales específicas generan posibilidades impredecibles y diversas para apropiarse de las habitaciones neutrales, respondiendo así a condiciones de vida que ya están casi pasadas o que podrían nunca ocurrir.
